viernes, 19 de septiembre de 2014

Capítulo 7. "El Sol siempre sale luego de la tormenta"


  La luz del Sol que anunciaba un nuevo día atravesaba los cristales de hielo que cubrían el palacio de Elsa en las afueras de Arendelle. 5 días habían pasado desde aquel accidente, más bien aquel suceso del destino que impidió que dos corazones fríos y desolados compartieran su amor mutuo. La Reina de las nieves continuaba en su castillo de aislamiento y soledad. Ella misma había hecho de tal magnifico lugar su prisión. Por otro lado, Jack también continuaba encerrado y atrapado en el Polo Norte, sin deseo aluno de permanecer allí. Lo único que él deseaba era poder volver a estar cerca de Elsa, pero la suerte y el destino no estaban de su lado. Los Guardianes, a su vez trataban de tranquilizarlo y animarlo. Nada era de mucha ayuda. Una vez que el corazón se rompe no hay marcha atrás, como si un cristal se cayera de una repisa y se rompiera en mil pedazos. Pero Jack Frost no es un muchacho que se rinde tan fácil, y más aún si se trata de amor verdadero. 

-Lo tengo! Volaré y daré la vuelta al mundo para ir a favor del viento y así llegaré al palacio con Elsa! Claro, me tomará unas semanas pero el tiempo no existe cuando estas enamorado no? Dijo Jack enfadadísimo por la idea que se le había ocurrido.

-Jack eso ya lo intestaste hace 2 días y no funcionó. Lo interrumpió el Hada de los Dientes sin ánimo alguno. 

Sandyman (el Guardián de los sueños) sacudió la cabeza a favor de lo que dijo el Hada. Todos en la habitación habían perdido la esperanza de que algún día Jack pudiese rencontrarse con la chica a la que ama, incluyéndolo a él...

-Chico, yo creo que deberías olvidarte de esto, mírate, estas destruido. Todos aquí sabemos que la amas más que a nada en este mundo- dijo Santa. 

El Hada de los Dientes no pudo evitar morderse los labios y desviar los ojos.

-Pero creo que es tiempo de dejarla ir. Tienes toda una eternidad por delante, estoy seguro que encontraras a otra joven muchacha que te robe el corazón como Elsa lo hizo.

-Y no olvidemos que ella no es inmortal y tú si... - interrumpió el Hada de los Dientes sin siquiera meditar sus palabras. Cuando entró en razón de lo que había dicho y de la situación en la que se encontraba, cerró la boca y se dirigió a un costado de la conversación.

Todos la miraron con cara extraña, este no era el momento en que tendría que resaltar esos pequeños defectos de su relación. Pero aún así, refiriéndose a las palabras de Santa, Jack continuó:

-Santa, no es tan fácil, de acuerdo? Obviamente estoy destruido, pero no descansaré hasta volver a estar con ella. Nunca he sentido esto por alguien, es por ello que debo hacer algo por ella, pero no se qué...

-Chocolates, flores, y promesas que no cumplirás... Es lo típico, créeme, soy un experto en el amor- Dijo el Conejo de Pascuas.

-Eso no es de mucha ayuda... Jack no pudo evitar reír y burlarse del hecho de que Conejo sea un experto en el amor si ni siquiera había  tenido pareja. 

-Mmm -dijo pensativo Santa Claus- Creo que sé que es lo que necesitas. Acompáñame a mi taller tendremos una charla, a solas. Dijo mirando a los demás, expresando a su vez que no quería que nadie los interrumpiera. Nadie.

En el taller...

-Santa, cómo se supone que me ayudarás? Acaso también eres un experto en el amor? Dijo el joven mofándose.

-Por supuesto que lo soy- dijo Santa con aire triunfal- a veces creo que me casaría con migo mismo.

Jack rió, pero fue una de esas risas secas, a penas audibles. Ya casi no tenía razones para reír... No sin Elsa.

-Este es un tema serio, muchacho. estamos hablando de amor. Una de las fuerzas más poderosas de todas.

-Y qué se supone que haga entonces?

-Mmm, a ver, a ver. Dime... Qué sientes cuando estas con Elsa, qué es lo que ves cuando la miras?

-Es una broma? Jack no creía que los métodos de Santa sirvieran de algo.

-No, claro que no. Ahora dime.

-De acuerdo... *suspiro* Cuando estoy con ella... Puedo ser quién soy. Ella me hace sentir cómodo con migo mismo. Me da una razón para sonreír. Siento que es mi deber protegerla, como su Guardián. Al ver esos ojos azules tan hermosos que tiene...- Jack no pudo evitar sonrojarse y sonreír al recordar a Elsa con tanto cariño- Y esa sonrisa... ahhh- Recuerdos tan profundos que parecía que Elsa estaba allí, con él-... Al verla, es como verme a mí mismo. Veo una persona triste, fría, con miedo, aislada, que sólo quiere proteger a los que ama... Pero estando con ella, todas esas cosas desapareen, ya no hay miedo, ni soledad, sólo calidez, y amor...

-Eso es, Jack!! Tu amor por ella es tan fuerte que estoy seguro que volverán a estar juntos. El amor es algo muy extraño y poderoso. Sólo debes demostrarle todo lo que me acabas de decir, todo lo que sientes, con un acto de amor verdadero.

-Un acto de amor verdadero? Pero cuál?

El Conejo de Pascuas irrumpió en el taller acompañado por los otros y dijo entrometiéndose en la conversación "privada" de Jack y Santa.

-Puedes dibujarle una sonrisa en su rostro, llenarle los días de colores, ya sabes, como a un lindo huevo de pascuas- Dijo mientras coloreaba y hacía monigotes muy concentrado a uno se sus huevos de pascuas.

-O puedes construirle un castillo de hielo, seguro le fascinará! Añadió Santa.

-Ella ya tiene uno...

-Oh, entonces olvídalo.

El Hada entró en la habitación uniéndose a la charla diciendo.

-Yo se! Qué tal si le llevas unos cuantos dientes! Si tienen sangre les gustará más estoy segura!

Todos la miraron con cara repulsiva.

-De acuerdo, eso no...

-Qué tal un beso de amor verdadero? Es el acto de amor más fuerte y poderoso de todos que conozco.

-Un beso? Dijo Jack con aire confuso.

-Claro,chico, un beso! Abre tus ojos! Pero no uno cualquiera, si no uno de AMOR VERDADERO!- gritó Santa.

-Pero yo no sé cómo...-

-Eso no importa, yo te enseñaré cómo! -interrumpió el Conejo- Debes poner tus ojos así....

y tus labios así....

Y no olvides abrazarla con uno de esos abrazos calentitos, tu sabes. Créeme, funcionará, soy experto en el amor.

Jack casi estalla a carcajadas por las expresiones del Conejo, sin duda apreciaba la ayuda de sus amigos, pero no estaba seguro que un beso expresara todo el amor incondicional que él sentía por la Reina.

-Y ustedes creen que ella me perdonará luego del beso? 

-Por supuesto... Has lo que te dicte tu corazón. Estoy seguro que ella hará lo mismo. Terminó por decir Santa Claus

-Chicos, creo que nos estamos olvidando de un pequeño detalle.... Jack no puede volver a verla, recuerdan? A menos que la chica lo pida. Dijo el Hada, invitándose a si misma de nuevo a la charla. 

-Por qué eres tan agua fiestas, Hada? Gritaron todos al unísono volviéndose a donde se encontraba.

Ella volvió a callar.

-Esperen, ella tiene razón... Cómo haré para verla y darle el beso si ni siquiera puedo salir de aquí? Dijo sin ánimos Jack. El Hada tenía razón, se habían olvidado de ese importante detalle.

Devuelta al problema del principio, se quedaron todos pensando silenciosamente una nueva solución pero alentados que el beso funcionaría. Había esperanza, después de todo. 

Mientras tanto, en el palacio de Elsa...
-Ahí...- dijo al presenciar el glorioso castillo de hielo. 

Hans... El hombre que había intentado asesinar a la Reina y a su hermana menor, había regresado de Las Islas del Sur, en busca de algo, más bien, de alguien. 

Abrió las puertas de dos metros, invitándose a entrar sin invitación alguna. 

-Elsa! Estas aquí?

Elsa oyó los ruidos de las puerta abriéndose

-Esa voz... pordría ser?

Corrió por el ancho pasillo hasta llegar a la cumbre de las escaleras que llevaba al vestíbulo. Mirando por todas partes y llena de alegría, emoción y esperanza que recorría todo su ser gritó:

-Jack? Eres tú?

-Soy yo majestad, el Príncipe Hans de las Islas del Sur.

La mirada de Elsa cambió completamente al oír aquél nombre indeseable. 

-Qué estas haciendo aquí? Te ordené que nunca volvieras por estas tierras! Dijo frunciendo el ceño y preparado sus poderes en caso de que él intentara atacarla.

-No! Espere! No vine para lastimarla... Reina Elsa, vengo para... para disculparme por todo lo sucedido.

-Vienes a pedirme disculpas?! Luego de que quisiste usurpar el trono y matar a mi hermana y a mí?!- Elsa no había bajado la guardia. Por el contrario, el hecho de que este traidor volviera y realizara esta visita indeseada la enfurecía más.

-Escuché, por favor. Sé que he cometido errores imperdonables. Pero le juro de todo corazón que lo siento, y no se repetirá. Sólo pido su perdón.

La cara de perrito mojado que Hans hacía al pronunciar sus palabras le causaba sensaciones en Elsa, como si él realmente se arrepintiera de lo que hizo.

-Hans, no-

-Elsa, por favor. Si tú quieres me marcho en cuanto me lo digas, pero por favor, perdóname. Te juro por mi honor que jamás te lastimaría a ti y a tú hermana.

Pero Elsa no estaba muy segura si echarlo o no. Era la única persona después de largos días en visitarla, no como otra persona que al parecer se había olvidado de ella, de los momentos que pasaron, del amor que sentían el uno al otro. Sin duda, Elsa no sabía nada a cerca del amor de verdad. 

-De acuerdo, -dijo la Reina en un profundo suspiro- serás perdonado. Pero creo que deberías irte...

-Su majestad, espere! No es la única razón por la que he vuelto.

-A qué te refieres? Cuál es entonces?

-Elsa, todo este tiempo yo... Estuve pensando, meditando y recapacitando, que tú no te merecías lo que te he hecho, eres una persona maravillosa y encantadora. Desde el momento en que me deportaron me hundí en una profunda depresión, porque no podía estar lejos de... de ti. Yo... me di cuenta que... Siento algo por usted, majestad. Y sé que lo que siento es algo no correspondido-
-Espera, qué? Por qué sientes eso... por mí?

Una nube de confusión invadió la mente de Elsa. Podría ser que aquél hombre despiadado que intentó matarla y luego quedarse con su trono pudiese sentir... amor por ella? Amor... esa simple palabra le recordaba a Jack. No...Ya estaba dispuesta a dejar ir todo lo que sentía por Jack, a seguir a delante, y tal vez Hans sería la persona indicada para olvidarse de aquél chico. Tal vez...

-Yo... yo, no sé qué decir...

-Dí que sí, di que me aceptas. Por favor, sólo dame una oportunidad.

-Es que... yo... Hans... no puedo. Le he entrado mi corazón a otro. Lo siento.

-Ya veo... debe ser un chico muy afortunado.

-No, por favor, no te enfades.

-Cómo no enfadarme?!- Hans vio la pena que sentía Elsa en sus ojos y se tranquilizó, en un suspiro le dijo- Elsa, eres feliz? Pues no te noto muy feliz por amar... a otro. Dijo esto último con dificultad.

-No estoy muy segura.... Y no tengo porqué darte explicaciones a ti!

Tantas preguntas a cerca de la persona a la que ella amaba la comenzaba a fastidiar.

-Dije que te vayas.
-Eso es un no?

*Qué pesado* Pensó Elsa.

-Lárgate! 

Lagrimas comenzaban a brotar de sus ojos. No podía mostrarle ese momento de debilidad a Hans, se cubrió el rostro con las manos, dándole la espalda. Lo último que escuchó fue el ruido de las puertas cerrándose luego de que Hans suspirara y le dijera:
-De acuerdo. Te estaré esperando.

Elsa cerró los ojos respirando profundamente, abrazándose a sí misma con los brazos.

-Qué es lo que estoy haciendo mal? A quién debo darle una oportunidad?... Hans o Jack


Fin del capitulo 7    


igual no se preocupe subire el otro que sigue luego que sera lo que pasara los dejo con la intriga hasta el otro capitulo que subire luego chauu besos♥♥♥♥

ya el 8 es de la segunda temporada

No hay comentarios:

Publicar un comentario