sábado, 20 de septiembre de 2014

2° temporada.capitulo 8:el amor nunca se acaba

Elsa estaba muy triste ya te note notiacias de jack no sabia que le habia sucedido,y tambien muy nerviosa  por lo que le habia dicho hans que si lo perdonara y que si quedria se su novia pero elsa tenia muy claro, ella amaba a jack y era el unico hombre que amaba y al que su corazon pertenecia , elsa estaba muy en su palacio de hielo  donde solo habia soledad sin jack

mientras tanto jack estaba intentado como hacer para volver con elsa por que el solo podia volver si elsa lo deceara, pero el no se daba por vencido  y le dijo a santa


-jack :santa yo no me dare por vencido hare todo lo que sea para estar cerca de elsa sea lo que sea







-santa : si ya lo se no te daras por vencido    
  pero como lo haras?    

luego el hada de los diente dijo- si podra.

y el conejo dijo -y como crees que lo hara?





     -el hada : facil por que si ella lo ama de verdad de seguro

que lo extrañara mucho y quedra que vuelva              








mientras tanto Elsa en su palacio de hielo estaba muy tristey a la vez muy enojada con jack por a verse ido sin que ella sepa y se preguntaba elsa si en verdad jack la amaba como le dijo un dia de aquellos que pasaron juntos.

fin del capitulo 8  luego subire el 9


viernes, 19 de septiembre de 2014

Capítulo 7. "El Sol siempre sale luego de la tormenta"


  La luz del Sol que anunciaba un nuevo día atravesaba los cristales de hielo que cubrían el palacio de Elsa en las afueras de Arendelle. 5 días habían pasado desde aquel accidente, más bien aquel suceso del destino que impidió que dos corazones fríos y desolados compartieran su amor mutuo. La Reina de las nieves continuaba en su castillo de aislamiento y soledad. Ella misma había hecho de tal magnifico lugar su prisión. Por otro lado, Jack también continuaba encerrado y atrapado en el Polo Norte, sin deseo aluno de permanecer allí. Lo único que él deseaba era poder volver a estar cerca de Elsa, pero la suerte y el destino no estaban de su lado. Los Guardianes, a su vez trataban de tranquilizarlo y animarlo. Nada era de mucha ayuda. Una vez que el corazón se rompe no hay marcha atrás, como si un cristal se cayera de una repisa y se rompiera en mil pedazos. Pero Jack Frost no es un muchacho que se rinde tan fácil, y más aún si se trata de amor verdadero. 

-Lo tengo! Volaré y daré la vuelta al mundo para ir a favor del viento y así llegaré al palacio con Elsa! Claro, me tomará unas semanas pero el tiempo no existe cuando estas enamorado no? Dijo Jack enfadadísimo por la idea que se le había ocurrido.

-Jack eso ya lo intestaste hace 2 días y no funcionó. Lo interrumpió el Hada de los Dientes sin ánimo alguno. 

Sandyman (el Guardián de los sueños) sacudió la cabeza a favor de lo que dijo el Hada. Todos en la habitación habían perdido la esperanza de que algún día Jack pudiese rencontrarse con la chica a la que ama, incluyéndolo a él...

-Chico, yo creo que deberías olvidarte de esto, mírate, estas destruido. Todos aquí sabemos que la amas más que a nada en este mundo- dijo Santa. 

El Hada de los Dientes no pudo evitar morderse los labios y desviar los ojos.

-Pero creo que es tiempo de dejarla ir. Tienes toda una eternidad por delante, estoy seguro que encontraras a otra joven muchacha que te robe el corazón como Elsa lo hizo.

-Y no olvidemos que ella no es inmortal y tú si... - interrumpió el Hada de los Dientes sin siquiera meditar sus palabras. Cuando entró en razón de lo que había dicho y de la situación en la que se encontraba, cerró la boca y se dirigió a un costado de la conversación.

Todos la miraron con cara extraña, este no era el momento en que tendría que resaltar esos pequeños defectos de su relación. Pero aún así, refiriéndose a las palabras de Santa, Jack continuó:

-Santa, no es tan fácil, de acuerdo? Obviamente estoy destruido, pero no descansaré hasta volver a estar con ella. Nunca he sentido esto por alguien, es por ello que debo hacer algo por ella, pero no se qué...

-Chocolates, flores, y promesas que no cumplirás... Es lo típico, créeme, soy un experto en el amor- Dijo el Conejo de Pascuas.

-Eso no es de mucha ayuda... Jack no pudo evitar reír y burlarse del hecho de que Conejo sea un experto en el amor si ni siquiera había  tenido pareja. 

-Mmm -dijo pensativo Santa Claus- Creo que sé que es lo que necesitas. Acompáñame a mi taller tendremos una charla, a solas. Dijo mirando a los demás, expresando a su vez que no quería que nadie los interrumpiera. Nadie.

En el taller...

-Santa, cómo se supone que me ayudarás? Acaso también eres un experto en el amor? Dijo el joven mofándose.

-Por supuesto que lo soy- dijo Santa con aire triunfal- a veces creo que me casaría con migo mismo.

Jack rió, pero fue una de esas risas secas, a penas audibles. Ya casi no tenía razones para reír... No sin Elsa.

-Este es un tema serio, muchacho. estamos hablando de amor. Una de las fuerzas más poderosas de todas.

-Y qué se supone que haga entonces?

-Mmm, a ver, a ver. Dime... Qué sientes cuando estas con Elsa, qué es lo que ves cuando la miras?

-Es una broma? Jack no creía que los métodos de Santa sirvieran de algo.

-No, claro que no. Ahora dime.

-De acuerdo... *suspiro* Cuando estoy con ella... Puedo ser quién soy. Ella me hace sentir cómodo con migo mismo. Me da una razón para sonreír. Siento que es mi deber protegerla, como su Guardián. Al ver esos ojos azules tan hermosos que tiene...- Jack no pudo evitar sonrojarse y sonreír al recordar a Elsa con tanto cariño- Y esa sonrisa... ahhh- Recuerdos tan profundos que parecía que Elsa estaba allí, con él-... Al verla, es como verme a mí mismo. Veo una persona triste, fría, con miedo, aislada, que sólo quiere proteger a los que ama... Pero estando con ella, todas esas cosas desapareen, ya no hay miedo, ni soledad, sólo calidez, y amor...

-Eso es, Jack!! Tu amor por ella es tan fuerte que estoy seguro que volverán a estar juntos. El amor es algo muy extraño y poderoso. Sólo debes demostrarle todo lo que me acabas de decir, todo lo que sientes, con un acto de amor verdadero.

-Un acto de amor verdadero? Pero cuál?

El Conejo de Pascuas irrumpió en el taller acompañado por los otros y dijo entrometiéndose en la conversación "privada" de Jack y Santa.

-Puedes dibujarle una sonrisa en su rostro, llenarle los días de colores, ya sabes, como a un lindo huevo de pascuas- Dijo mientras coloreaba y hacía monigotes muy concentrado a uno se sus huevos de pascuas.

-O puedes construirle un castillo de hielo, seguro le fascinará! Añadió Santa.

-Ella ya tiene uno...

-Oh, entonces olvídalo.

El Hada entró en la habitación uniéndose a la charla diciendo.

-Yo se! Qué tal si le llevas unos cuantos dientes! Si tienen sangre les gustará más estoy segura!

Todos la miraron con cara repulsiva.

-De acuerdo, eso no...

-Qué tal un beso de amor verdadero? Es el acto de amor más fuerte y poderoso de todos que conozco.

-Un beso? Dijo Jack con aire confuso.

-Claro,chico, un beso! Abre tus ojos! Pero no uno cualquiera, si no uno de AMOR VERDADERO!- gritó Santa.

-Pero yo no sé cómo...-

-Eso no importa, yo te enseñaré cómo! -interrumpió el Conejo- Debes poner tus ojos así....

y tus labios así....

Y no olvides abrazarla con uno de esos abrazos calentitos, tu sabes. Créeme, funcionará, soy experto en el amor.

Jack casi estalla a carcajadas por las expresiones del Conejo, sin duda apreciaba la ayuda de sus amigos, pero no estaba seguro que un beso expresara todo el amor incondicional que él sentía por la Reina.

-Y ustedes creen que ella me perdonará luego del beso? 

-Por supuesto... Has lo que te dicte tu corazón. Estoy seguro que ella hará lo mismo. Terminó por decir Santa Claus

-Chicos, creo que nos estamos olvidando de un pequeño detalle.... Jack no puede volver a verla, recuerdan? A menos que la chica lo pida. Dijo el Hada, invitándose a si misma de nuevo a la charla. 

-Por qué eres tan agua fiestas, Hada? Gritaron todos al unísono volviéndose a donde se encontraba.

Ella volvió a callar.

-Esperen, ella tiene razón... Cómo haré para verla y darle el beso si ni siquiera puedo salir de aquí? Dijo sin ánimos Jack. El Hada tenía razón, se habían olvidado de ese importante detalle.

Devuelta al problema del principio, se quedaron todos pensando silenciosamente una nueva solución pero alentados que el beso funcionaría. Había esperanza, después de todo. 

Mientras tanto, en el palacio de Elsa...
-Ahí...- dijo al presenciar el glorioso castillo de hielo. 

Hans... El hombre que había intentado asesinar a la Reina y a su hermana menor, había regresado de Las Islas del Sur, en busca de algo, más bien, de alguien. 

Abrió las puertas de dos metros, invitándose a entrar sin invitación alguna. 

-Elsa! Estas aquí?

Elsa oyó los ruidos de las puerta abriéndose

-Esa voz... pordría ser?

Corrió por el ancho pasillo hasta llegar a la cumbre de las escaleras que llevaba al vestíbulo. Mirando por todas partes y llena de alegría, emoción y esperanza que recorría todo su ser gritó:

-Jack? Eres tú?

-Soy yo majestad, el Príncipe Hans de las Islas del Sur.

La mirada de Elsa cambió completamente al oír aquél nombre indeseable. 

-Qué estas haciendo aquí? Te ordené que nunca volvieras por estas tierras! Dijo frunciendo el ceño y preparado sus poderes en caso de que él intentara atacarla.

-No! Espere! No vine para lastimarla... Reina Elsa, vengo para... para disculparme por todo lo sucedido.

-Vienes a pedirme disculpas?! Luego de que quisiste usurpar el trono y matar a mi hermana y a mí?!- Elsa no había bajado la guardia. Por el contrario, el hecho de que este traidor volviera y realizara esta visita indeseada la enfurecía más.

-Escuché, por favor. Sé que he cometido errores imperdonables. Pero le juro de todo corazón que lo siento, y no se repetirá. Sólo pido su perdón.

La cara de perrito mojado que Hans hacía al pronunciar sus palabras le causaba sensaciones en Elsa, como si él realmente se arrepintiera de lo que hizo.

-Hans, no-

-Elsa, por favor. Si tú quieres me marcho en cuanto me lo digas, pero por favor, perdóname. Te juro por mi honor que jamás te lastimaría a ti y a tú hermana.

Pero Elsa no estaba muy segura si echarlo o no. Era la única persona después de largos días en visitarla, no como otra persona que al parecer se había olvidado de ella, de los momentos que pasaron, del amor que sentían el uno al otro. Sin duda, Elsa no sabía nada a cerca del amor de verdad. 

-De acuerdo, -dijo la Reina en un profundo suspiro- serás perdonado. Pero creo que deberías irte...

-Su majestad, espere! No es la única razón por la que he vuelto.

-A qué te refieres? Cuál es entonces?

-Elsa, todo este tiempo yo... Estuve pensando, meditando y recapacitando, que tú no te merecías lo que te he hecho, eres una persona maravillosa y encantadora. Desde el momento en que me deportaron me hundí en una profunda depresión, porque no podía estar lejos de... de ti. Yo... me di cuenta que... Siento algo por usted, majestad. Y sé que lo que siento es algo no correspondido-
-Espera, qué? Por qué sientes eso... por mí?

Una nube de confusión invadió la mente de Elsa. Podría ser que aquél hombre despiadado que intentó matarla y luego quedarse con su trono pudiese sentir... amor por ella? Amor... esa simple palabra le recordaba a Jack. No...Ya estaba dispuesta a dejar ir todo lo que sentía por Jack, a seguir a delante, y tal vez Hans sería la persona indicada para olvidarse de aquél chico. Tal vez...

-Yo... yo, no sé qué decir...

-Dí que sí, di que me aceptas. Por favor, sólo dame una oportunidad.

-Es que... yo... Hans... no puedo. Le he entrado mi corazón a otro. Lo siento.

-Ya veo... debe ser un chico muy afortunado.

-No, por favor, no te enfades.

-Cómo no enfadarme?!- Hans vio la pena que sentía Elsa en sus ojos y se tranquilizó, en un suspiro le dijo- Elsa, eres feliz? Pues no te noto muy feliz por amar... a otro. Dijo esto último con dificultad.

-No estoy muy segura.... Y no tengo porqué darte explicaciones a ti!

Tantas preguntas a cerca de la persona a la que ella amaba la comenzaba a fastidiar.

-Dije que te vayas.
-Eso es un no?

*Qué pesado* Pensó Elsa.

-Lárgate! 

Lagrimas comenzaban a brotar de sus ojos. No podía mostrarle ese momento de debilidad a Hans, se cubrió el rostro con las manos, dándole la espalda. Lo último que escuchó fue el ruido de las puertas cerrándose luego de que Hans suspirara y le dijera:
-De acuerdo. Te estaré esperando.

Elsa cerró los ojos respirando profundamente, abrazándose a sí misma con los brazos.

-Qué es lo que estoy haciendo mal? A quién debo darle una oportunidad?... Hans o Jack


Fin del capitulo 7    


igual no se preocupe subire el otro que sigue luego que sera lo que pasara los dejo con la intriga hasta el otro capitulo que subire luego chauu besos♥♥♥♥

ya el 8 es de la segunda temporada

 capitulo 6:el dia despues

 Elsa había regresado a su castillo en las montañas (a pie obviamente). Exhausta, aún así cerró sus puertas para que nadie pudiese entrar, ni salir. Se aisló completamente, e inconscientemente, había cerrado las puertas de su corazón. No permitiría a Jack regresar. No después de lo sucedido. 
  Se dirigió al balcón de su palacio, y con las pocas fuerzas que le quedaban debido a su inmensa tristeza, gritó al aire, con la mínima esperanza de que Jack la pudiese escuchar:

-Te odio, Jack! Me mentiste! Dijiste que me amabas y no era cierto! No quiero que vuelvas! Nunca jamás!


 Al terminar la última palabra se lanzó y siguió llorando. Los puños de su hermoso vestido estaban húmedos por las lágrimas que se había secado. Recordó su vestido. Aquella hermosa creación que había hecho para sorprender a su amado. Pero eso ya era historia. Se paró bruscamente, con el ceño fruncido y se quitó a tirones su vestido, destrozándolo , pedazo por pedazo. Las telas de hielo quedaron tiradas en el suelo. Subió a su habitación, destruyó aquellos zapatos que él le había armado para caminar más cómoda por los bosques e incluso quebró en 2  con sus poderes la cama de Jack, esa en la que había dormido una vez, cuando pudo sentir su calidez. No... eso era cosa del pasado. Quería destruir cualquier cosa que le hiciera recordar a Jack. El chico que destruyó su corazón. Reconstruyó su viejo vestido de hielo, armó su peinado de siempre. La tiara... La tiara que le había hecho Jack  no seguía allí. Ese estúpido corazón de hielo que simbolizaba su "amor" tampoco seguía allí , Elsa lo había lanzado al suelo cuando salió corriendo del baile. Esa tiara simbolizaba que Jack le había dado su corazón y algo en su interior no quiso haber tirado ese regalo. Pero lo hecho hecho está. El pasado ya pasó.

Jack recuperó la conciencia, no sabía cuanto tiempo llevaba tirado en la nieve. Se encontraba solo. El ambiente, desolado. Las brujas se habían marchado, y las personas del baile también. Sin saber que sucedió con todos ellos, Jack se incorporó, debía encontrar a Elsa. Era los más importante. Debía explicarle que él no había besado a la chica. Que ella estaba loca, lo había emborrachado con una bebida misteriosa y fue ella quién lo besó, incluso intentó confundirlo. Elsa era la única chica a la que había amado y seguirá amando toda la vida (eternamente, ya que él es inmortal). La única. Pero él sabía que una explicación tan simple no bastaría para arreglar el corazón roto de Elsa.  Solo con un acto de amor verdadero ella entendería de que Jack la amaba con toda su vida y no dejaría de serlo. Que todo fue un mal entendido. 

-Un acto de amor verdadero... pero qué? Se preguntaba Jack.

  Qué acto podría demostrar todo su amor por ella? Casi inimaginable, por que el amor no tienen medida.

-Flores? No, no ,no. Chocolates? Elsa ama los chocolates. No! Tampoco. Piensa Jack, piensa...

En ese instante, el viento levanto a Jack, haciéndolo volar sin deseos de hacerlo. No era la típica brisa suave que hace que él vuele. Este era un viento arrasador que lo llevó al Polo Norte en menos de 5 minutos, lugar de reunión de los Guardianes.

-Pero que?! Viento, llévame al castillo de Elsa!! Le ordenó Jack. Pero el viento seguía soplando más fuerte hasta que llego a su indeseable destino.

-Jack? Pero que estás haciendo aquí? Creí que estabas con Elsa! Dijo Santa Claus, sorprendido.

-Santa! Eh.. yo... no sé, estaba por ir a buscarla, sucedió algo y  luego el viento me trajo aquí. No debería estar aquí. Debería estar con Elsa. No comprendo...

 El viento lo trajo al Polo Norte por que Elsa lo pidió. Fueron sus palabras en el viento que lo trajo de regreso "No quiero que vuelvas! Nunca jamás!" . Si  Elsa no quería que Jack la protegiera, la ayudara, si no quería que fuese su Guardián al plaso de los 3 días, sus deseos serían cumplidos. Y así pasó. Elsa no quiso que él regresara jamás, por lo tanto, Jack dejó de ser su Guardián y no podría volver a verla, a menos que ella lo pidiera.

-Jack..- Dijo el Hada de los Dientes calmada mente- Qué fue lo que sucedió?
 
-Ella huyó...

-Otra vez?!?  Lo interrumpió el Conejo de Pascua.

-Si, déjame terminar conejote. Ella me vio cuando una chica me besaba y seguro pensó que la estaba engañando...

-Engañando? Por qué? Dijo Santa que se encontraba perdido en la conversación.

-Porque me enamoré de ella. Ella lo es todo para mí, es el aire que respiro, es mi vida entera! Le di mi amor, y lo arruiné todo. Jack bajó la cabeza, el dolor que sentía en su pecho, ese vació que  existente cada vez se agrandaba más.

-Pero qué fue lo que sucedió para que pensara ello? Dijo el Hada de los Dientes.

-Yo había llevado a Elsa a un baile en un pueblo cercano a las montañas del norte. Allí bailamos y todo, cuando fui a buscar una bebida para los dos, una chica pelirroja me ofreció una bebida extraña, pero se volvió tan pesada que termine aceptándola. Terminé borracho e inconsciente en la nieve, pero pude distinguir a Elsa que salía corriendo del salón.

-Espera, como era la chica?! Y la bebida!? Le dijo desesperada mente el Conejo de Pascuas.

-La chica era pelirroja, ojos verdes y muy claros, vestiduras rojas. Y la bebida no recuerdo muy bien, pero era roja... y espesa. También recuerdo que ella trató de confundirme y ahí fue cuando me besó-

-Brujas de las islas Rojas!! Lo sabía! Debes tener cuidado con esas brujas, chico. - gritó el conejo- Cuando tomas esa bebida es posible que termines en un calabozo como uno de sus esclavos personales.

-Que bueno que estás bien Jack! Gritó angustiada y felíz el Hada de los Dientes y corrió a abrazarlo.

-Si lo estoy, pero eso no es lo importante. Quiero saber por qué volví. Dijo seriamente Jack

  El Hada d elos Dientes se retiró lentamente de sus brazos porque desconocía la respuesta.

-La misión...- Susurró Santa- El viento te trajo de vuelta porque Elsa lo pidió tu misión está cumplida. Los tres días pasaron, Jack. 

-Y si ella está herida, seguro que pidió no verte más- continuó el Conejo de Pascua.

-Osea que no podrás volver a verla. -Terminó tristemente Santa. - Lo siento muchacho.

-Que?!?! NO, NO. NOO! NADIE ME IMPEDIRÁ VOLVER A VERLA. 
  Dicho esto Jack se tiró por la ventana para comenzar a volar al castillo de Elsa. Pero el viento ,bruscamente, no lo dejaba pasar. No pudo lograrlo. Fue arrastrado de nuevo al centro de reunión.

-Es inútil. No podré volver a verla.

 Se tiró al suelo y comenzó a sollozar. El Hada de los Dientes se le acercó y le dijo:

-Jack, tranquilo, todo va a estar bien. Solo necesitas darle tiempo. Todo tiene solución. Necesita unas cuantas reparaciones pero esto se va a solucionar, de acuerdo?

-Solo espero que se solucione rápido. Dijo suspirando.

Fin del Capítulo 6.


Les dejaré el título del siguiente capítulo: "El Sol siempre sale después de la tormenta" para que se den una idea de lo que sucederá y apuesto a que no adivinarán que pasará luego ;)


Capítulo 5. Detrás del baile. Elsa y Jack continuaban disfrutando del baile, y no se desprendían de la pista. Lo que no sabían es que ese baile estaba organizado por brujas malvadas. Estas no eran como las típicas brujas que no matan ni a una mosca. Ellas pertenecían a un clan de las Islas Rojas, que atraían a hombres, viajeros, mercaderes e incluso hombres de la realeza a su trampa. Eran hermosas, todas ellas pelirrojas como el fuego ardiente. Primero los emborrachaban con una bebida especial que preparaban, luego los besaban y les hacían pensar que eran su pareja mientras que a los inafortunados hombres les resultaba imposible entender que sucedía, la vista se les nublaba, y los otros sentidos se les adormecían. Cuando reaccionaban luego de un tiempo indeterminado se encontraban en una habitación oscura, encadenados, como una prisión. Las brujas los utlizaban como esclavos y les quitaban su belleza mediante hechizos, para poder prevalecer su belleza y seguir con sus dominios sobre los hombres. Adriana era la jefa del clan. Habían más de 40 brujas en el palacio que habían tomado, después de capturar a sus dueños. Organizaron este baile para enriquecer su grupo de vasallos. La jefa se había fijado en Jack desde el momento en el que entró. Su pelo y su tez blancos como la nieve le atraía y no le quitó los ojos de encima mientras bailaba. El único problema era esa chica rubia con la que estaba aquel joven. Debía deshacerse de ella para realizar su cometido. Luego de un rato Jack le ofreció a Elsa un trago ya que llevaban bailando horas. -No me tardo! -Eso espero! -Ah, y recuerda que te amo, Elsa! Gritó Jack a lo lejos para buscar los tragos. -Eso ya lo sabia. Dijo entre risas. Elsa se dirigió a un grupo de muchachas que adulaban su hermoso vestido para esperar a que Jack regresará con sus tragos. Jack se acercó a la mesa de bebidas, donde aguardaba Adriana. Ella vió su oportunidad y no la iba a dejar pasar -Hola, estas disfrutand de la fiesta? Quieres que te nvite un trago? -Em, no, no, gracias. Le estoy por llevar unos tragos a mi... Bueno, mi chica. Dijo esto último con su típica sonrisa traviesa que le atravesaba el rostro. -Acéptalo por favor, de mi parte. Adriana llevaba la copa de cristal que le ofrecía con un líquido rojo, demasiado extraño como para ser algo que se pueda beber. Era parecido a la lava ardiente. Jack miró la copa, y con repulción le dijo. -No gracias, ya tengo bebida. -Anda, no querrás ofenderme. O si? Pruébalo es riquísimo, todo aquí lo están tomando. Esto último por su puesto que no era cierto ya que Jack había visto varias parejas tomando ponche. Pero finalmente, Jack le dijo: -Bueno creo que.... Algo en sus ojos verdes no le resultaba confiable a Jack, pero como quería deshacerse de esa extraña dama , aceptó el trago. La visión se le nubló al segundo de beber aquel extraño líquido. Adriana lo notó al ver cómo se tambaleaba Jack y cómo trataba de agarrase la cabeza. El efecto del trago había sido un éxito. Con Jack mareado e incapaz de moverse por su propia cuenta y Elsa distraída con las muchachas, Adriana lo tomó por su traje y lo besó. Jack no pudo resistirse por más que quisiera. Escuchaba que Adriana le hablaba, le hablaba como si tuviera otro nombre. Algo como Henrick, no podía entender muy bien que le decía. Jack pensó que tal vez lo llamaba por otro nombre para confundirlo, pero el no era tan ingenuo para caer en esa trampa. Elsa se giró al ver por qué Jack se tardaba tanto con las bebidas y fue ahí cuando lo vió. Jack estaba besando a esa chica pelirroja. Jack... No podía ser él.... No.... Elsa sintió como su corazón se destrozaba, en tantos pedazos que quedó hecho polvo. Sus ojos se llenaron de lágrimas. El chico al que amaba, la estaba traicionando el mismo día en el que le declaró su amor. *Asi que esto es el amor. Es como morír lentamente, pero el único dolor que se siente es el del corazón, el hecho de haber sido traicionado por aquella persona quién era la única por la que valía la pena levantarse cada mañana* (muy poético, no?) Ella cubrió su rostro con sus manos, tratando de ocultar el dolor, pero este golpeaba con fuerza su pecho para salir, era demasiado insoportable para retenerlo que ya no pudo soportarlo más y desató una fuerte tormenta de nieve en el salón que hizo que las puerta y ventanas se abrieran de de un golpe, chocando contra las paredes. Una lluvia de cristales provenientes de las ventanas cubrió todo el salón, las luces cálidas de las velas que iluminaban la habitación como un cuento de hadas, se apagaron dejando todo oscuro como la noche misma. Lo único que Elsa pudo pronunciar fue: "Por qué?..." *Por qué, Jack? Yo, creí, creí que me amabas. O eso me hiciste creer. Creer en ti fue lo más estupido que has hecho en mi vida. Eres lo peor que me pasó* pensó Elsa entre lágrimas, Jack se inquietó al escuchar las palabras de Elsa, que eran apenas audibles, pero fue lo único que se pudo escuchar debido a las personas atemorizadas que se encontraban en el baile, quienes solo se quedaron en silencio. Él trató de caminar hasta la silueta de una chica borrosa que corría hacia las puertas del palacio. El efecto de la bebida no podía impedir que Jack reconociera a la mujer a la que ama. Se tambaleó y tropezó, pero por fin llegó a la puerta, afuera, echada en la nieve estaba Elsa, llorando desconsoladamente por la traición, aunque Jack no recordaba que había sucedido. Elsa lo vió, parado detrás suyo, un poco atónito. Se paró de un salto y echó a correr por el bosque, hacia su castillo de aislamiento y soledad, del que nunca debió haber salido. El joven seguía perdido, vió a Elsa salir corriendo, todavia borrosamente, pero sus piernas no reaccionaban y no pudo corrrer, ni volar hacia ella. Quería gritar a los cuatros vientos que la amaba, que ella era su vida, pero las palabras no surgían de su adormecida boca. Alzó su mano, y en un intento de volar cayó sobre la espesa nieve. Trató de abrir lo más que pudo sus ojos para ver si aún podía distinguir a Elsa, pero ella ya se había marchado, tal vez para siempre, pero a la altura de su mano, yacía la corona que él le había obsequiado, y con todo el dolor que ahora albergaba su corazón pronunció su nombre que seguía grabado en la tiara. "Elsa" Fin del capítulo 5. No es el final
Capítulo 4. El día del baile Jack no comprendió que significaba aquél abrazo de Elsa. *Me ama o solo me abrazó para que no me sintiera mal? No importa, presiento que hoy lo averiguaré* Ya había pasado el mediodía y solo él estaba depsierto. No quería despertarla después del agotador día que tuvieron ayer. Además ese día sería especial. Elsa aceptó ir a un baile en un pueblo cercano con Jack. No tenían ropa de gala pero con sus poderes de hielo los fabricarían. Él estaba enamorado de Elsa, aunque ella no lo sabía y se pasaba la mayor parte del tiempo admirandola. Lo que Jack no sabía es que Elsa también lo amaba solo que tenía miedo de confesárselo ya que ella pensaba que nadie podría amarla por ser un "mounstro". Cuando Elsa despertó en la cama de Jack, primero se sorprendió por no verlo a su lado. Alzó la mirada y ahí estaba él, observándola. Se puso nerviosa y apartó la mirada, no le resultaba muy cómodo que alguien la estuviera observando mientras dormía. -Hey! Como te has despertado, Elsa? -Bien, por suerte ninguna bola de nieve me ha golpeado todavía. -Descuida, no lo haré. -Pero.. está muy oscuro para ser la mañana, Es muy temprano o es muy tarde? -Pues no quería molestarte mientras dormía, así que te dejé dormir. -Y el baile? -Tranquila, tienes horas para arreglarte. -Y tu no te arreglarás? -Yo ya estoy guapo, no lo crees? Elsa se rió nerviosamente, sonrojándose, un poco incómoda porque sabía que tenía razón, pero luego siguió diciendo: -Pues, se supone que para un baile debes arreglarte. -No te preocupes tengo todo resuelto, tú si quieres ya puedes empezar a arreglarte, ya sabes... Las chicas tardan una eternidad en eso... Elsa solo se dignó a enarcar una ceja. -Jajajaja estoy bromeando contigo, Elsa. Ya, enserio, tu vete arreglar y yo me armaré mi traje. Oh, y además te tengo una sorpresa, pero la verás cuando termines. -Una sorpresa? Para mi? Wow, vaya Jack, no puedo esperar, tu piensas en todo. -Solo si esa persona realmente me interesa. Jack alzó su mano hacia la mejilla de Elsa para acariciarla. Luego le indicó un lugar para que se cambiara. Durante la noche él estuvo trabajando en un cambiador de hielo para que Elsa se cambiara (no es dulce?). -Eso... lo hiciste tú? Oh gracias Jack no se como agradecerte. -Luego me lo agradecerás. Ahora ve y cámbiate. -De acuerdo.
Pasaron al rededor de 4 largas horas arreglándose para el baile, y el resultado fue estupendo. Elsa se creó un hermoso vestido azul, largo, acampanado, con detalles blancos y celestes, el pelo suelto con pequeños copos de nieves como apliques que brillaban como diminutas estrellas. Hermosa era poco para lo que se veía. Jack, por su lado, tenía un traje blanco con algunos detalles dorados, todo un caballero. Parecía un príncipe. Cuando Elsa salió de su vestuario de hielo, Jack se quedó sin aliento. -Elsa? Wow, estas... estas... Hermosa, bellísima, pareces un ángel! Uh.. yo lo siento, estoy gritando.. otra vez, pero es que estas... wow... Elsa se rió tímidamente, ocultando su sonrisa con su mano. Sus ojos se abrieron como platos al ver lo guapo que estaba Jack, quién estaba corriendo hacia ella. Jack la tomo por la cintura, la aferró hacia su cuerpo y la besó. Ella no lo podía creer, parecía un sueño lo que estaba pasando. Jack era como un príncipe azul, y ella quería más que nadie ser besada por él. Luego de unos instantes, él apartó su cara para mirar la reacción de Elsa y se dio cuenta de lo que había hecho. Se arrepintió por su impulso pero no daba más. Él sentía la necesidad de besarla, si no creía que podía perderla. Jack se apartó un poco del rostro de Elsa y tontamente dijo:
-Yo.. em, oh, lo siento, fue un impulso al verte así, lamento si te molesto es que yo... Esta vez fue Elsa quién lo besó. Se sentían tan felices al ver que ambos se sentían de la misma forma, enamorados. Se besaron y se abrazaron un largo rato hasta que él le dijo: -Tengo otro obsequio para ti. Levanto la mano y transformó un gran copo de nieve en una hermosa tiara de hielo que parecía hecha con un bello cristal. -Oh.. Jack
Es... hermosa... -No tanto como tú. Y le colocó su tiara que tenía un pequeño corazón en el centro que tenía tallado el nombre "Jack".
-Yo... también quiero darte algo. Sus palabras eran tan dulces que ella misma se sorprendía del amor que sentía por aquél joven ( no tan joven porque al ser inmortal tenía aproximadamente 300 años), pero aún así, sabía que era amor verdadero. También levantó su mano y de ella se desprendieron pequeños cristales d ehielo que dieron forma a un precioso collar de hielo con un dije de corazón sobre un copo de nieve, y que en él estaba tallado "Elsa". Con el collar en sus manos, ella abrazó a Jack y se lo colocó. Él le robó un tierno beso para mostrarle su agradecimiento. Jack tomó la mano de Elsa con mucho cariño y la llevó a la puerta del palacio donde había un hermoso trineo de hielo con bellos copos de nieves tallados, tirado por dos fantásticos alces cuyo pelaje era blanco, como la nieve. Al verlo, Elsa casi lloró de la emoción. -Esta es una ocasión muy especial, y volar hasta el castillo donde se celebra el baile no sería apropiado, así que no se me ocurrió mejor idea que... Elsa lo interrumpió, saltó hacia sus brazos, enroscó sus brazos en su cuello y lo besó con tanto amor que casi se caen pero Jack no permitió que algo como eso arruinara el momento, y menos que menos, el beso. Se subieron al trineo y se fueron de las montañas para el pueblo donde se celebraba el baile. El viaje duró dos horas, pero el tiempo no importaba para ellos, mientras se tuvieran el uno al otro. Al fin llegaron al castillo, las puertas estaban abiertas de par en par, y se presentaron con nombres diferentes para que no los reconocieran. Eso fue una travesura de Jack por supuesto. El presentador gritó los nombres de "la señorita Nieves y el señor Alce Olaf Frost" Cuando bajaron las largas escaleras que llevaban a la gran pista de baile, no pudieron parar de reírse por los nombres que se les había ocurrido a Jack. La sala se encontraba iluminada por inmensos candelabros, ventanas enormes con cortinas rojas de seda que caían de las alturas como cascadas. Estaba llena de personas con elegantes vestimentas pero no tan deslumbrantes como la de los jóvenes enamorados. -Me permites esta pieza? -Por supuesto señor "Olaf Frost" Se rieron y bailaron al rededor del salon toda la noche. Aunque no lo sabía, Jack era un muy buen bailarín , quién guiaba a Elsa por que ella no sabía bailar. Sin embargo se divertieron como nunca. Cuando los músicos terminaron su tercer canción, Jack le robó otro beso travieso a Elsa y siguieron con el baile. Todo era muy divertido. *Esto es un sueño, esos de los que no quisiera despertar nunca* pensó Elsa *Jack... estoy segura que él es la persona indicada para mí, me acepta tal como soy, puedo ser yo misma y todo es perfecto cuando estoy junto a él. Sus besos son inexplicablemente cálidos y perfectos, es un sentimiento exraño al que nunca sentí por nadie más, es como... Derretirse. No quiero que esto acabe nunca. No quiero que este amor termine nunca* Pero Elsa no puedo prevenir lo que pasará después, que acabará despertándola de su hermoso sueño, a una realidad, posiblemente, sin Jack. Fin del Capítulo 4
Capítulo 3. El segundo día
 Ya había amanecido, y Elsa se sentía muy animada y de muy buen humor. Sin duda, aquel otro día había sido perfecto, y uno de los más divertidos en la vida de Elsa. Se vistió y, como Jack seguía durmiendo, decidió vengarse por como la había despertado el día anterior, arrojándole una bola de nieve el doble de grande de la que él le había tirado.

-Auch que fue eso? Jack se levantó de golpe por el susto.

-Buenos días dormilón, levántate que hoy hay mucho por hacer.

-Como tú digas.  Y se le escapó otra de sus sonrisas traviesas. Después agregó:

-Toma, te hice unas zapatillas sin tacón para que estés más cómoda y sin duda para que camines más rápido.

-Pues, no se si agradecerte o arrogarlas en tu cabeza.

-Jajajajaja, eres chistosa.

-De acuerdo, las usaré. *Para que las haya hecho él... son muy bonitas*

-Genial.

 Salieron de la habitación corriendo para ver quién llegaba más rápido a las escaleras, riéndo, como dos pequeños niños.

-Hey, no es justo, tu volaste antes de llegar. Le dijo Elsa tratando de recuperar el aliento.

-Jajajaja de acuerdo, me pillaste. Quieres intentar algo más divertido?

-Jajajaja claro!.. ejem, es decir... si, lo-lo intentaré *cálmate elsa, eres una reina, recuerdas?*

-Pues sube.

 Jack la tomó de la cintura y la sentó en la barandilla de las escaleras para que se deslizaran juntos.

-No, Jack qué haces? Yo... no me deslizaré! Dijo no muy convencida.

-Tranquila, no te pasará nada, yo te cuidaré. Mira, es fácil, yo me deslizaré primero y te mostraré como se hace.

  Dicho esto Jack se tiró gritando de alegría. *Lo hace parecer tan fácil*. Pero Elsa nunca había hecho algo como esto y estaba asustada, siempre estuvo encerrada en su dormitorio y nunca supo que era divertirse de verdad o hacer travesuras como esta. Pero confiaba en Jack. Así que lo hizo, se tiró cerrando los ojos con fuerza por la barandilla.

-JAJAJJA SIII, esto es genial!

  Y cuando llegó al final de la barandilla salió volando, pero Jack estaba ahí, para sujetarla para que no se cayera.

-Te tengo.

-Viste eso! Fue genial. Es lo más divertido que he hecho en mi vida!.... Em.. digo.. *tranquilizate, estas muy exasperada, Elsa* ya.. ya puedes bajarme.

-Pero no quiero.

  Elsa puso cara de divertida y le tiró una pequeña ráfaga de viento a la cara de Jack para que la soltara. Se rieron un buen rato. Él tomó su mano y la llevó fuera del palacio.

-Bueno, te enseñaré a deslizarte, pero por los aires.

-QUE DICES?!

-Soy el instructor, asi que debes hacerme caso. Dijo con voz chistosa, imitado a un capitán.
-No te preocupes es muy fácil solo hay que moverse antes de que el hielo se desintegre. Así.

  Jack formó una fina capa de hielo, suficientemente grande como para pisar, con un pie, luego hacía lo mismo para pisar con el otro pie. Y así sucesivamente. Era como correr en el aire sobre una pista de hielo que se desarmaba a cada paso que dejaba atrás. Jack corrió por encima de un acantilado, para mostrarle a Elsa que no podía caerse si lo hacía rápido y con confianza. Pero ella no quería hacerlo. Siempre fue insegura y temía que sus poderes le fallaran por el miedo y se callara al precipicio. Cuando Jack voló luego de deslizarse sobre el aire, se fijó en su mirada y animándola le dijo:

-Oye yo te cuidaré si te caes, una vez que lo tengas sera imposible caerte. Confía en mí.

-Yo... *suspiro* lo.. lo inentaré.

  Primero se fijó que tan profundo era el precipicio. deaciado profundo. Tomó aire y empezó a deslizarse.

-Vas bien! Por ahora no te caíste ese es un buen comienzo. Le gritó Jack a lo lejos.

  Ella se puso nerviosa de fallar frente a Jack y perdió el equilibrio y cayó. Jack se rió un poco y se dijo a sí mismo:

-Cada día, me gusta más.

  Y voló hacia el precipicio para agarrarla. La tomo de la mano mientras caía y antes de que toque el suelo, la alzó como si fuera un bebé una vez más, pero esta vez con más fuerza y cariño. Él no se equivocaba, se estaba enamorando de aquella pequeña chica con poderes que ahora se convirtió en una bella e increíble mujer. Pero no estaba muy seguro de que ella lo amara o si estaba enamorada de alguien más. *Es tan difícil entender a una persona cuando es tan fría como ella.* pensó * Aún así, haré que se enamore de mí, tendré que derretir ese corazón tan frío que tiene.*

 Mientras tanto Elsa gritaba y se reía, no entendía si de la alegría, de pánico o de que estaba en los brazos e Jack, una vez más. No sabía como explicar lo que sentía por ese chico. Jack era tan bueno, se preocupaba por ella y la hacia reír como nadie más... Además de lo lindo que era. Pero Elsa, sí estaba segura que nadie podriá amar a un mounstro como ella. Alguién que podría congelarlo todo, incluyendo a los que ama. Así que lo mejor sería no contarle a Jack de sus sentimientos hacia él y olvidarse de ellos.

 Jack dejó a Elsa nuevamente en tierra firme y antes de que él pudiera decir algo ella le dijo:

-Intentémoslo de nuevo!

Jack se sorprendió por la respuesta y su entusiasmo y no pudo evitar sonreír satisfactoriamente.

A continuación, Elsa salió disparada, como una flecha, corriendo por los aires, mientras Jack le seguía el paso.

-Jajajajaj se te antoja una carrera?

-Adelante.

 Parecían dos relámpagos veloces que corroan por distintas direcciones, haciendo zig zag y dando vueltas por los aires. La estaban pasando súper bien. Jack no podía quitarle los ojos de encima. Elsa era, sin duda, la mujer más hermosa de todas, o eso sentía él. Era divertida y grandiosa... cuando pensaba en ella su corazón se aceleraba. Sin darse cuenta que había un árbol alto en frente, Jack chocó y cayó al suelo. Elsa lo socorrió rápidamente.

-Esto es genial! Quién podría pensar que estuve volando? Bueno casi pero es lo más divertido que he hecho! Cuando Anna se enterre de esto...... ah... oh.. Estas bien? Como no viste ese árbol?

-Si, estoy bien, el árbol se puso en mi camino y me atacó, nada grave.

 Elsa no pudo evitar reírse de sus payasadas.

-Jack, estás herido! Tienes sangre en la cabeza, espera.

 Se dirigió a un pequeño estanque con agua congelada, y con sus poderes descongeló el hielo, arrancó un pedazo de tela de su vestido, lo mojó y se lo llevo a Jack para colocárselo en la herida.

-Te pondrás bien, es solo una herida.

-Gracias, no sabía que por admirar tu belleza podía hacerme daño.

-Oh... Elsa no pudo evitar sonrojarse.

-Tampoco sabía que eras enfermera.

Luego de un rato, Jack se levantó y siguieron su camino, esta vez a pie.

-Wow no sabía que supieras romper el hielo sobre el agua. Me impresionas. Una cosa menos que tendré que enseñarte porque,  por lo visto ya lo sabes.

-Yo... no se como lo hice. Te ví herido y surgió de mí. Es complicado de explicar.

-No te preocupes, te entiendo, cuando quieres a alguien nada es imposible.

-Bueno.. yo... no me refería a eso....

-JAJAJAJAJ ya los se tonta, estoy bromeando. Dijo con cariño


 Ella se rió

-Lamento lo de tu vestido.

-oh no es nada.
  Elsa alzó su mano y unos pequeños copos de nieve rellenaron el espacio faltante de su vestido.

-Genial.

-Uuhh... no tienes frío?

 Elsa estaba abrazada y empezaba a tener frío, eso era extraño porque a ella el frío no era algo que le molestara pero ese era un día muy frío sin duda. Estaban en pleno invierno.

-Ten... Jack se sacó su buzo azul que traía siempre. Cada vez era más dulce con Elsa.

  Ella se puso nerviosa y se sonrojó, un chico con el torzo desnudo en un día de frío no era algo que se veía todos los días. *Tengo que admitir que tiene un buen cuerpo.... que? que estoy diciendo? debo calmarme,
recuerda que él no podría amar a alguien como yo*

-Gr.. Gracias, Jack...

-Sabes Elsa? Mañana hay un gran baile en un pueblo detrás de las montañas... Me preguntaba... si tú... *suspiro* quisieras ir con migo? Se que no soy un príncipe ni nada, no estoy a la altura de una reina como tú pero...

-Oh Jack... por supuesto que quiero ir contigo.

-...Si no quieres no me enojaré, no hay problema... Espera, que?

-Si, quiero ir contigo.

-Deberas? Ay Elsa me hiciste el hombre más feliz de todos.

  La tomó de la cintura y le dió una vuelta por el aire. Estaba muy feliz y ella también.

-Pero no tengo vestido. Elsa estaba más sonriente que nunca.

-No hay problema, yo no tengo traje pero podemos fabricarlos! Lo siento.. estoy gritando, es que estoy muy felíz..

-Jajaja, sabes? creo que está anocheciendo, deberíamos volver.

-Una carrea?

-Considérate perdedor.

  Volaron riéndose. Al final no importaba quién ganara la carrera hasta el palacio, disfrutaban más la compañía del otro que cualquier otra cosa. Llegaron antes que la noche cayera. Encendieron otra fogata, comieron manzanas y hablaron casi toda la noche.

-Tu le diste vida a Olaf?

-Ajam.

-No sabía que podíamos hacer cosas que cobraran vida.

  La fogata estaba apunto de apagarse y ellos ya no daban más de tanto reírse.

-JAJAJAJA, ejem.. bueno creo que es hora de que vayamos a  dormir, no?

-Claro.

-Ah y te devuelvo tu buzo, muchas gracias.

-Seguro que no lo necesitarás? Esta noche hará mucho frío.

-No te preocupes por mí.

-Pero eso es lo que quiero hacer.

  Elsa sonrió. Subieron a la habitación. Se dijieron buenas noches, y se acostaron en sus camas. Al rato, Elsa despertó a Jack.

-Jack lo siento, pero... Estoy muerta de frió.

-Mi buzo no te servirá... Quieres acostarte con migo? Jack lo dijo con total sinceridad. No quería hacer nada que ella no quisiera, pero no permitiría que se muera de frió por la noche. Su única intención era mantenerla a Elsa a salvo.

-Tranquila. Pero no dejaré que te congeles.

-Gr.. gracias Jack.





  Elsa se acostó en la cama de Jack, a su lado. Como es que él no sentía el frío? Su cuerpo, que siempre estaba frió, esta vez... estaba caliente y su corazón latía con rapidez. Él la abrazó, Elsa reposó su cabeza en el pecho de Jack y este tomó su mano. Susurrando le dijo:

-Descansa, Elsa.

-Hasta mañana, Jack.

-Puedo decir una locura?

-Claro.

-Te...te quiero, Elsa.

  Ella le sonrió y lo abrazó con más fuerza, estaba muy cansada y se durmió en poco tiempo.

Fin del Capítulo 3